miércoles, 2 de enero de 2008

Días de arena

Después de 8 días en Máncora. Disfrutando de la tranquilidad costera; leyendo; libando cerveza y pisco; además de algunos ingredientes populares y fundamentales en la vida, entré a ver a mi nuevo hijo. No me olvidé de él. No lo abandoné. Por ello, me sentí con la obligación de por lo menos escribirles unas cuantas sandeces más. Las mías. Solo las mías. Estas primeras líneas. Ya que las que continúan son parte de un libro genial, "El insaciable hombre araña", de Pedro Juan Gutierrez. Él las inspiró. Y no son sandeces, ni mucho menos estupideces.

Empecé a buscar en Internet el extracto del libro para compatirles siquiera un detalle de un cuento que me gustó de esa genial recopilación del escritor cubano. Hasta que lo encontré, (Oh! Maravillas de la tecnologíay globalización) en otro simpático blog. El cuento es "Unos pocos elegidos" (Cuenta su romance con una superficial y arisocrática profesora peruana. Búsquenlo). Fue extraído del blog: http://aloma69-realidado.blogspot.com/ (gracias).

"Llegué al hotel, puntual como un reloj. No me esperaba. Me senté y esperé media hora.No podía averiguar su habitación porque desconocía su apellido. Esperé otra media hora. Me levanté y me fui. Yo podía convertirla en una pecadora brillante. Supongo que no tenía espíritu aventurero y prefería volver al redil de sus hijas, su marido aburrido, sus clases en la universidad, sus misas los domingos por la mañana, su casa lujosa, y el resto de sus propiedades. Ahora pienso que hizo bien. Sólo unos pocos elegidos pueden vivir fuera del redil. Y es muy difícil encontrarlos."

Sin más...
Feliz año!
Escribiré al regreso...

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