viernes, 22 de febrero de 2008

Personaje de comercial

Oe, ya pagaron.
Es fin de mes, pagaron ya!!!.
Te invito a un chifita y luego alguito más!!
Vámonos al cine y luego a tonear.
Es fin de mes, pagaron ya!!
El estrés hay que botar. Toditas al spa.
Hoy decoro el depa!!
Es fin de mes pagaron ya!!

Han pasado seis años desde que ingresé, a la buena o a la mala, a la PEA (Población económicamente activa). Debería estar orgulloso, bueno, sí lo estoy. Vivo solo, me pago mis cosas, no dependo de nadie (solo de mi centro de labores) y soy medianamente libre. Antes no llevaba tarjetas de crédito en la billetera (bueno, cuando tenía billetera), mi efectivo no superaba los 30 soles (más que esa cantidad, ya me sentía rico) y mis almuerzos tenían que ser los básicos de la universidad (que en cada ciclo subían 10 céntimos. Imagínate, llegar después de las vacaciones y ver que tu menú ya no estaba 3 soles, sino 3.10, después 3.20, hasta 3.30!!! Toda la universidad se levantaba ante semejante hecho). En cambio, ahora llevo tarjetas de crédito que me hacen más pobre cada día (y cada hora). Ya no tengo ni para llevar 10 soles en la billetera. Si los llegara a tener, desaparecerían fácilmente. Puros recibos y vouchers. Los 3.30 soles que llegó a costar el almuerzo en la universidad, me serían muy útiles en estos momentos. Cuando llega la 1 de la tarde, me voy a la cafetería de la chamba, pido mi comida y lo cargan a la cuenta. Pago a fin de mes. Como ven, todo ha cambiado.

Vivía ajustado, pero bien. Me daba mis gustos. Me metía borracheras con 30 soles (incluidos taxis). Todo lo contrario últimamente, ya que gasto varios dígitos más cuando salgo. No me importaba tomar micro a cualquier hora del día (si pasaban a las 5 de la mañana, no dudaba en subir). Ahora estoy obligado a venir al trabajo en combi (antes de dormir separo mi sol en el canguro y listo). Antes, vivía el día a día sin mayores preocupaciones. Ahora vivo el día a día con más deudas. En la época universitaria, sabía que si me faltaba el dinero, solo tenía que poner cara de perro arrepentido y pedirle dinero a mi madre (si no atracaba por las buenas, era por las malas, se descuidaba y la cartereaba). Entonces, el dinero no era mayor preocupación. No entiendo. Recuerdo que me compraba zapatillas a cada rato. Ahora espero a que se hagan hueco para cambiarlas. Podía irme a comer a donde quería (durante mucho tiempo lo hice, sin embargo, desde hace un par de meses, viendo mis cuentas ensangrentadas, solo me queda mirar por el ventanal de Bohemia como la gente come a placer). Estoy hasta más ajustado que antes.

Cada fin de mes, sufro. Toda mi quincena desaparece en menos de 10 horas. Cada mes que pasa tengo más deudas y ahora solo espero ser como el protagonista de la propaganda del BCP. No puedo hacer todo lo que él hace en un solo día y eso que yo también tengo mi credimás.

Hoy no voy al cine,
y menos a cenar,
llego triste al depa,
y me siento en el sofá….

1 comentario:

Anónimo dijo...

ja!..ese comercial lo hizo daniel!...jaja...